Aprende como mantener elevada tu vibración practicando estos sencillos hábitos y dispón de la energía vital necesaria para los retos de tu día a día.
Cuando hablamos de elevar la vibración, ¿de qué estamos hablando?.
De manera coloquial hablamos de levantar el ánimo, tener más ganas de vivir, estar animado, elevarnos.
Hagamos un ejercicio de imaginación.
Si pudiéramos entrar en nuestro propio cuerpo (materia) con una visión muy ampliada, al final del todo veríamos partículas muy pequeñas moviéndose en una determinada frecuencia vibratoria.
Átomos, partículas subatómicas, quarks, la ciencia va descubriendo cada vez más sobre el mundo de las partículas.
Las partículas que vibran siempre están en continuo movimiento y pueden vibrar a una velocidad “lenta o baja” o “rápida o elevada”.
Según ha ido investigando la física cuántica, lo que se encuentra en una partícula es vacío y a ese vacío lo llamamos energía.
Somos energía
La materia la podemos agarrar con las manos, verla, sopesarla, pero la energía no la podemos agarrar, no la vemos (aunque hay personas que si pueden o desarrollan su visión para ello).
La energía podemos sentirla y percibirla.
Los pensamientos, las emociones, los sentimientos, no los podemos agarrar con las manos, no los vemos, pertenecen al mundo de lo inmaterial, al mundo de lo sutil.
Pero podemos sentirlos y percibirlos.
Algunos de ellos son muy densos, vibran de una manera “lenta” y los denominamos de baja vibración.
El pensamiento negativo, emociones como la rabia, la tristeza, la irá, el enfado, la melancolía, el miedo tienen una vibración que afecta a nuestro organismo. Podemos sentirnos: densos, pesados, alicaídos, sin energía. Nos baja la vibración.
El pensamiento positivo, emociones y sentimientos de amor, paz, alegría, esperanza, gratitud, optimismo, vibran de una manera más “rápida” y su efecto en nuestro organismo es de elevarnos, levantarnos el ánimo. Nos sube la vibración.
Es verdad que en el día a día vivimos en una onda constante, a veces arriba y a veces abajo.
Vivimos en un entorno que nos afecta y nos influye .Unas veces nos baja la vibración y otras nos la sube.
Cuando nos mantenemos durante tiempo en baja vibración nos vamos quedando sin energía vital.
Veamos unos hábitos claves que te ayudan a elevar la vibración y a poder disponer de más vitalidad para tu día a día:
1. Pasar tiempo en un entorno de naturaleza
2. Activar el organismo con ejercicio, danza, paseos.
3. Favorecer espacios de silencio
4. Agradecer
5. Disfrutar de los sentidos
6. La práctica meditativa, dinámica o estática.
7. Invertir tiempo en lo que te apasiona.
8. Ir eliminando “cosas” de nuestra vida
9. Relacionarnos con personas que también nos nutran y nos aporten
10. No solo mirar lo “malo” que te ocurre, mirar también todo lo “bueno” que te sucede y valorarlo
1. Pasar tiempo en un entorno de naturaleza
En la naturaleza encontramos armonía, descanso para nuestros ojos, belleza, verde, sensaciones no agresivas para nuestros sentidos, pocos estímulos, aire fresco.
Entras en conexión con algo que como humanos deseamos: paz.
Siempre que puedas acude a la naturaleza para llenarte de esa paz y de esa armonía, pues son estados que te harán permanecer en una vibración más elevada.
2. Activar el organismo con ejercicio, danza, paseos
El movimiento es inherente a todo lo que está vivo.
Danzar, caminar, correr, nadar, hacer gimnasia u otras disciplinas van a movilizar todo el organismo.
Van a oxigenar el cuerpo, liberar la tensión que te mantiene contraído o con dolor. Como consecuencia subirán las endorfinas y aparecerán emociones y sentimientos que te generarán satisfacción.
La risa, el pensamiento positivo, la calma, la ilusión, el ver todo de otra manera y con menos drama.
Hacerlo de manera continua te mantendrá con un ánimo más elevado.
3. Favorecer espacios de silencio
Si hay algo que tenemos en exceso en los tiempos que nos toca vivir son los estímulos.
Estamos sobre estimulados.
Con una mente siempre ocupada o preocupada.
Está todo el ajetreo diario y después al llegar a casa; el ordenador, las redes sociales, la tele, la series, el móvil, juegos.
Algunos de estos actos los hacemos por inercia sin cuestionarnos si nos apetece o no.
La mente siempre está ocupada.
Hay mucho ruido mental.
No se trata de acallar totalmente la mente, sino de favorecer momentos donde haya más silencio:
- donde si estamos cenando, estamos cenando y disfrutando de la comida
- donde dejamos espacio a charlar sobre lo ocurrido en el día
- donde el móvil se pone en modo descanso
- donde no se enciende la tele o no se ven series todas las noches
- donde simplemente estamos y compartimos un silencio.
Que en nuestra vida pueda haber momentos con pocos estímulos, y pueda aparecer el silencio, nos llevará a estar más centrados, más atentos, más conectados para poder ver lo que nos fortalece y eleva y lo que nos debilita y lleva hacia abajo.
4. Agradecer
Hay mucho que agradecer.
Por ejemplo: mi cuerpo responde a lo que le pido, tengo un trabajo, una bonita casa, tengo amigos, una pareja que me quiere u otros seres queridos que me apoyan, no me falta la comida, en fin tú tendrás tu propia lista de agradecimientos.
Cuando vas realizando esta práctica de manera cotidiana se instala interiormente un sentimiento de gratitud que te hace estar más hacia arriba que hacia abajo.
Agradecer, aligera y eleva la vibración.
Te invito a que lo practiques y que le pongas constancia.
5. Disfrutar de los sentidos
Tacto, gusto, oído, olfato, vista y ¡se puede disfrutar de todos ellos!.
No te quedes solo con la vista, disfruta de todos los demás.
El tacto de la ropa en el cuerpo, de un abrazo, de una caricia, del agua cayendo por la piel…
El gusto que te permite saborear lo que entra en la boca, o incluso saborear imaginándolo.
El oído escuchando la lluvia cuando cae, una música, la voz humana, tu propia voz, las olas, el agua correr…
El poder oler aromas, la piel, la comida, un aceite esencial, la hierba…
La vista cuando se miran las formas de los edificios. Observar a las personas que caminan, los colores de todo, el cielo, las nubes, la mirada…
Estos son solo unos ejemplos, pero practica y verás que hay mucho para disfrutar.
Disfrutar siempre va ligado a sentirse a gusto, sentir placer, con sensaciones que producen bienestar.
Cuando disfrutas elevas tu vibración.
6. La práctica meditativa, dinámica o estática
Te lleva a estar en el momento presente, te lleva a estar en tu cuerpo y en lo que estás sintiendo.
Al hacerlo recuperas la conexión contigo, entre otros beneficios.
Puede realizarse de manera estática o dinámica. En la dinámica interviene el movimiento, pero su objetivo sigue siendo el estar presente, el estar en comunicación con lo que te sucede dentro. Llevar la atención dentro, te permite atender lo que está dentro de ti.
Atenderlo quiere decir que podrás transformarlo.
Transformar lo que está denso y te baja la vibración en algo ligero que te eleve tu vibración.
7. Invertir tiempo en lo que te apasiona
No olvides lo que te apasiona y realízalo siempre que puedas, pues alimentarás tu satisfacción interior, te sentirás en calma, sobre todo disfrutarás y el nivel de bienestar aumentará.
Estás invirtiendo tiempo en ti porque tú eres importante.
8. Ir eliminando «cosas» que ya no utilizas
Acumulamos mucho y donde hay acumulación se genera más suciedad y a nivel energético se carga o se densifica el ambiente.
Cada cierto tiempo limpiar “cosas” que ya no usamos, poder liberar espacio y que “corra el aire” va a hacernos sentir bien sí o sí.
Es un acto que nos regenera y nos ayuda.
Si no lo haces habitualmente te sugiero aprovechar el comienzo estacional para hacerlo, verás que después puedes sentir ligereza, puedes sentirte mejor y de eso se trata.
9. Relacionarnos con personas que nos nutran y nos aporten
Hay personas que más que sumarte te restan. Una persona que se queja continuamente solamente te puede restar.
Es importante relacionarse con quien también te aporte, te nutra, pues las relaciones humanas se basan en dar y recibir.
Necesitamos dar y recibir. Observa como es esta relación en tu vida y como son las personas con las que más habitualmente te relacionas.
La queja baja la vibración y sobre todo, necesitamos elevarla, no bajarla.
Pasar más tiempo con quien te “suma” y menos con quien te “resta” puede ser una solución.
10. No solo mirar lo «malo» que te ocurre, mirar también lo «bueno» que te sucede y valorarlo
Valorarlo de manera ecuánime, levantará tu ánimo o lo que es lo mismo, elevará tu vibración, pues verás que te sucede más de lo «bueno»que de lo “malo”.
Espero que te haya resultado útil este artículo y si aun así no sabes como elevar tu vibración, ahora tienes una sesión de valoración gratuita conmigo en https://haciati.net/ donde puedes reservar en el calendario y me pondré en contacto contigo.
Estaré encantada de poder ayudarte.
Qué tu día sea bello
2 comentarios en “Como elevar la vibración y recuperar vitalidad”
Me ha gustado mucho lo que dices, hace reflexionar sobre el lado bueno de las cosas para subir la vibración energética que todos tenemos. En estos tiempos que vivimos con miedo constante, está muy bien que nos acordemos de que el cambio sólo lo podemos generar nosotros y cuesta muy poco. Gracias
Gracias Belén, me alegro que hayas podido reflexionar sobre lo que nos fortalece y aporta. La salud se cuida momento a momento, pasito a pasito, día a día. ¡Qué tu día sea bello!